Dominio en Centroamérica y primeros fracasos mundialistas

México pensaba clasificarse sin problemas hacia el Mundial de Italia 1934 tras vencer contundentemente en tres duelos a su similar de Cuba (3:2; 5:0 y 4:1); pero inesperadamente, el comité organizador exigió que México enfrentara a Estados Unidos, el cual se había inscrito de última hora, para definir al equipo calificado a la Copa del Mundo. Sin otra alternativa, México enfrentó al representativo estadounidense en Roma el 24 de mayo de 1934, partido que arrojó un resultando adverso para el cuadro Tricolor y quedó eliminado por 4:2. Esta eliminación derivaría en una prolongada ausencia del país en la justa futbolística

Después del frustado intento de clasificación, México participó en la tercera edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los cuales se efectuaron en El Salvador en 1935. Tras derrotar por un amplio marcador a la selección anfitriona (8:1) en su debut el 27 de marzo, el cuadro mexicano batiría sin dificultad a los representantes de Guatemala (5:1), Cuba (6:1) y Honduras (8:2). Para el 2 de abril, luego de vencer a Costa Rica por 2:0, México se consagró campeón y obtuvo la medalla de oro en fútbol.

Para septiembre de 1937 la selección volvió a la actividad enfrentando a los Estados Unidos en la ciudad de México, los tres juegos acabaron con victorias para los locales. Por cuestiones administrativas, México se negó a participar en la fase preliminar eliminatoria hacia la Copa Mundial que se celebraría en Francia. Esto le otorgó el pase directo a Cuba, y completó la segunda ausencia de los Tricolores en el torneo mundial. En febrero de 1938 participó en los Juegos Centroamericanos de Panamá. Superaron a Venezuela, El Salvador y Panamá, y alcanzaron la final del torneo, en la cual se enfrentaron nuevamente a Costa Rica. El 22 de febrero vencieron a los centroamericanos con dos goles del atacante Horacio Casarín, y se coronaron por segunda vez consecutiva en la justa regional.